¡Campana y se acabó! abril 27, 2011
Posted by Iván in Actualidad política.trackback
Ayer fue mi último pleno oficial como portavoz de CHA en la Junta Municipal de La Almozara, día de despedidas y de hacer balance, un hasta luego en la vida política del que siempre será mi barrio.
Aquí os dejo mi discurso. Como dije al terminar y aplicando la frase que se hizo famosa en el concurso Un, dos, tres: ¡Campana y se acabó!
Hoy estamos aquí en el último pleno de la junta municipal de La Almozara, correspondiente al periodo 2007-2011 y, por tanto, en breves fechas, viviremos unas elecciones municipales que marcarán la composición del pleno del Ayuntamiento y por añadidura de esta junta municipal.
Tras dos años y medio de vocal en sustitución de mi compañero y amigo, Valentín Cazaña, que ocupó el puesto el primer año y medio de corporación, es necesario hacer balance de todo este tiempo, tanto en lo político como, especialmente, en lo personal, más si cabe al tener en cuenta que sea cual sea el resultado del 22 de mayo, no volveré a ocupar esta silla tanto por mi ya nueva vencindad en Valdespartera, como por decisión personal de no repetir en estos menesteres, aunque eso no suponga perder en absoluto mi vinculación con el que siempre será mi barrio.
Esta corporación ha sido la de la Expo, con sus muchas luces pero también abundantes sombras, la de la crisis y el paro y otros muchos acontecimientos varios. A nivel político también supuso para nosotros como grupo un cambio importante tras el mal resultado electoral cosechado en 2007, que en La Almozara conllevó además la pérdida de dos vocalías y la presidencia de la Junta, a pesar del extraordinario trabajo realizado de cara al barrio y sus vecinos por Luis Pastor como presidente y de Valentín Cazaña, Rufino Sánchez y Luis Monge como vocales, a los cuales quiero agradecer personalmente su aportación y dedicación durante esos años. Este hecho llevó a nuestro grupo municipal a tomar la decisión de rechazar en todas las juntas de distrito cualquier tipo de responsabilidad de gestión en cuanto a comisiones de trabajo, excepción hecha de la J.M. de San José donde hemos ostentado la presidencia de la misma.
La decisión supuso, por tanto ,que en La Almozara como en el resto de distritos, el papel del vocal de CHA haya estado limitado únicamente a la asistencia a los plenos y a la presentación, de manera ocasional, de mociones para su debate y posterior votación. Poco bagaje, en mi opinión, como carta de presentación de nuestra formación de cara al resto de vecinos, y una actitud que habla poco del espíritu constructivo y de trabajo de cara al vecino que debiera, de nuevo en mi opinión, regir estos órganos de gestión desconcentrada de los que nos hemos dotado.
Sin embargo, tampoco creo que este hecho haya trascendido al conjunto de los habitantes de La Almozara, ni que la imagen de nuestro partido haya cambiado ni para bien ni para mal por ello. Nuestro modelo de descentralización es prácticamente desconocido para nuestros vecinos o peor, es considerado poco útil por estos, vista la nula participación del conjunto de la ciudadanía en nuestros plenos y comisiones de trabajo, donde siempre se ven las mismas caras y muchas veces te puedes sentir que estas predicando en el desierto o trabajando en balde.
Nuestra descentralización en cambio debería estar orientada a lograr que la sociedad civil, organizada o no, adoptase un papel protagonista en la toma de decisiones vinculantes e importantes, haciendo de esta forma que la participación ciudadana fuese real y no virtual como hasta ahora. Más allá de elecciones del color de puentes, nombres de calles o parques la participación ciudadana debe permitir decidir sobre presupuestos, políticas diversas y cuestiones de calado. Y ello debería ir acompañado además de un esfuerzo por la profundización de nuestra democracia a través de la elección directa de nuestros representantes en las juntas, como un paso más en la dignificación de la política, tan denostada estos días.
Mientras esto se produce, la participación en las juntas (tanto de los vocales “políticos” como de los asociativos y vecinos) supone un esfuerzo altruista, muchas veces utópico y que, al menos en mi caso, no siempre ha encontrado el necesario apoyo o interés en las siglas políticas que van ligadas a nuestros nombres en los puestos que ocupamos. Un simple gesto, un apoyo ocasional, una pequeña palmadita en la espalda es, en ocasiones bastante para reconocer un trabajo que, siempre, va en detrimento de hobbies, vida personal y familiar y por tanto supone un sacrificio para todos los que estamos aquí presentes.
Por último quiero dedicar mis últimas palabras a todos vosotros, los que habéis asistido a los plenos y en especial a mis compañeros vocales y al presidente de la junta. A pesar de que hayamos tenido diferencias en lo político, las relaciones personales deben estar por encima de todo ello, ya que al fin y al cabo la coyuntura del momento, las discusiones acaloradas, y los temas polémicos pasan y pasarán mientras que las personas y los buenos amigos siempre quedarán. Por ello, y aunque esto sea mi despedida, simplemente me queda decir que siempre tendréis un amigo, haya donde esté.
Gracias a todos.
Gracias compañero por tu trabajo, tu entrega, tu compromiso. Nos queda mucho tajo por delante y estoy seguro que, como siempre, seguiras peleando.
Salud