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Inaugurando, que es gerundio marzo 29, 2011

Posted by Iván in Actualidad política.
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Muchos recordamos con nostalgia episodios de nuestra más tierna infancia, época caracterizada por la inocencia propia de los primeros años de existencia de cualquier persona, en la que la alegría, la felicidad y la ausencia de preocupaciones campan a sus anchas sin más. Estos días me han venido imágenes de un juego de mesa de los 80 y 90 que posiblemente muchos recordareis llamado «Operando» y en el que cada jugador hacia las veces de cirujano en su mesa de operaciones de un hospital cualquiera.

Y es que estos días se podría hacer una versión remasterizada de este juego con una temática mucho más terrenal y vanal, una versión dedicada especialmente a la clase política, tan afanada en periodo pre-electoral en inaugurar todo lo inaugurable, e incluso mucho más. Este juego naturalmente llevaría el nombre de INAUGURANDO, a semejanza de la versión médica de los 80.

El aluvión de inauguraciones ha sido, estos días previos a la convocatoria electoral, de tal calibre que apabulla a cualquiera. Imagino que los sufridos empleados públicos (más bien asesores varios de designación digital, y en cuyo proceso de selección los tres principios rectores del acceso al empleo público, esto es, merito, capacidad y publicidad, brillan por su ausencia) dedicados al protocolo y la comunicación institucional andan estos días como locos cuadrando agendas, convocando a los medios y haciendo autenticas filigranas por conseguir la cuadratura del círculo. Y es que no es para menos. Según relata el Diario Qué! en su edición de hoy, un político ha sumado 15 inauguraciones en 2 días. El presidente de La Rioja, Pedro Sanz, sumó el pasado sábado 26 de marzo nada menos que 6 inauguraciones, EL MISMO DÍA, todo un registro digno de Record Guinness.

Pero hay casos todavía mas flagrantes. Desde la ya famosa inauguración de una maqueta (presentación del proyecto es el eufemismo utilizado para maquillar semejante esperpento) del presidente de la Comunidad Valencia, Francisco Camps, del futuro (quien sabe para cuando) Hospital de Ontiyent, o del Aeropuerto de Castellón junto con el ínclito Carlos Fabra, presidente de la Diputación de Castellón, el cual no tiene autorización administrativa para operar y que es inaugurado palabras textuales para que «cualquier ciudadano pueda caminar por las pistas», al caso del Hospital Central de Asturias (HUCA) que ha tenido hasta tres puestas de largo, a saber, recepción, presentación e inauguración, los ejemplos se multiplican.

Y es que ese es el único objetivo parece ser de nuestros políticos estos días, es inaugurar, vender los «logros» de su gestión, de su gran papel, casi imprescindible, para que la cosa funcione, o ¿por qué no?, para que el mundo siga girando. No importan absolutamente nada, no hay vergüenza en absoluto, vale todo, desde inaugurar tramos de carretera sin acabar, poner primeras piedras sin que se espere a corto ni largo plazo las segundas, terceras y sucesivas, y así suma y sigue.

Lo importante es desde luego la foto, la cámara, el acto con la prensa, la puesta en servicio para el disfrute de los ciudadanos, a la postre lo único que debería importar, al fin y al cabo es el objetivo de la acción pública, importa un autentico bledo. Y lo peor del asunto es que los medios de comunicación y una parte importante de la opinión pública aplauden actos como los aludidos, los cuales deberían tener una contestación pública aplastante, por cuanto suponen prácticas que, por decirlo finamente, son cuando menos bastante impresentables.

Y es que tal y como reza el dicho «La mujer del César no sólo tiene que ser honrada, sino parecerlo» aunque visto lo visto, parece que nuestra clase política, las formas se las pasa por el Arco del Triunfo. Esta claro que la vergüenza no es precisamente una virtud demasiado extendida en el estamento dirigente de nuestra sociedad, y como muestra valgan los casos citados anteriormente y los miles (sí, digo bien, miles) de unos y otros (porque en esto la práctica es generalizada y depende poco de colores y siglas) que no han sido citados pero que haberlos haylos.

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La importancia del resultado electoral marzo 21, 2011

Posted by Iván in Actualidad política.
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Estamos estos días inmersos en el que tal vez sea el periodo más odiado por los ciudadanos en general: la campaña electoral.

Más allá de que la ley marque como inicio oficial de la misma una u otra fecha, la realidad es que todos los partidos políticos, medios de comunicación y acólitos varios de ambos se afanan machaconamente en «torturar» al ciudadano de a pie con mensajes acerca de las excelencias propias y las miserias del oponente, en definitiva en «venderse» como si de un producto vulgar más del mercado se tratase.

Pero antes de sacar la miga al tema en cuestión debo por convicción romper una lanza en favor de los verdaderos «héroes» de la política, que no son otros que aquellos que luchan sin esperar nada a cambio por defender sus convicciones, muchas veces contra viento y marea, con una labor solitaria, sin reconocimiento alguno en la mayor parte de los casos y desde luego, sin contar con el beneplácito y la atención de los medios de comunicación de masas. Se trata de todos aquellos alcaldes, concejales, vocales, candidatos, etc de pequeños municipios olvidados en la inmensidad del territorio que, haciendo auténticos trucos de magia, son capaces de sacar petróleo de los pocos recursos con los que cuentan para dar solución a los problemas de sus vecinos y sus comunidades, a la postre, el verdadero y único objetivo que debiera tener la acción política.

En el otro lado, en cambio, nos encontramos con lo que podemos llamar la «clase política», esto es, los que viven de la política. En este grupo podemos encontrarnos con políticos a sueldo fundamentalmente, a cargo de instituciones públicas varias (concejales de grandes ciudades, diputados, consejeros, presidentes, etc.) así como toda una amalgama de personas que prestan apoyo a los anteriores vía grupos políticos en las anteriormente citadas instituciones o en partidos políticos, fundaciones varias, asociaciones satélite, sindicatos y así suma y sigue. El entramado es tan grande que da autentico pavor ver hasta donde se extienden los tentáculos de este sistema partitocrático, tan democrático en la teoría pero bastante menos en la práctica. En la vida en general no es conveniente generalizar ya que, en todo colectivo, y en la «clase política» ocurre lo mismo, siempre hay gente más o menos válida, más o menos honrada, en definitiva mejor o peor. No me cabe duda de que en este colectivo existen «buenos» políticos, gente que cree en lo que hace, que es honesta y honrada. No obstante parece que es una especie en extinción, dado que el propio funcionamiento de los partidos, sus equilibrios, luchas internas y condicionantes hacen que en la política profesional quede poco espacio para estos «buenos» políticos.

Y son esta «clase política» la que estos días dedica todos  sus esfuerzos en intentar «convencer», en ocasiones también engañar, al electorado tanto de la importancia de la elección en sí (esta es una característica común a todos) como en que la opción elegida por el votante en cuestión sea la propia (lógicamente en esto cada uno barre para casa). Y es ahí donde me surge la duda: ¿De verdad es tan importante el resultado de las próximas elecciones? ¿Y si lo es, para quién?

El mantra general es que en las elecciones se decide la que será la línea de acción de nuestras instituciones públicas en los próximos cuatro años.  De quien gobierne dependerá los proyectos que se acomentan, las prioridades de las instituciones, la forma en que se llevan a cabo, los beneficiados y los perjudicados por la acción colectiva, cuestiones que parece sí son importantes. Pero, ¿es esto realmente así?

Hay que tener en cuenta que gran parte de la acción de las administraciones (por no decir la práctica totalidad) se deriva de sus funciones en el mantenimiento del Estado del Bienestar como la Educación, la Sanidad, los Servicios Sociales, etc. Más allá de cambios en la gestión (que pueden resultar sin duda importantes aunque sea a largo plazo) parece que en un contexto de grave crisis económica con fuertes recortes en los recursos públicos disponibles no hay demasiado margen para las alegrías, ni para profundizar en dichos derechos. Como mucho parece que la discusión podría ir en torno a sí mantener los logros alcanzados hasta ahora o siquiera reducirlos, algo que en mi opinión, muy a mi pesar, será una cuestión más de caracter técnico y de disponibilidad de recursos que de ideología política. Lo que queda, con una inversión cayendo a cifras de autentica economía de guerra, es puramente residual, acciones de cara a la galería, con poca o ninguna influencia en las condiciones generales de vida del ciudadano de a pie.

Por ello y siempre hablando en términos macro, es decir a grandes rasgos sin entrar a valorar temas y casos concretos en los que sin duda puede haber grandes diferencias, al menos sobre el papel, parece poco probable que para el parado de turno que no llega a final de mes, el padre de familia preocupado por la educación de sus hijos, el jubilado que debe sufrir las interminables esperas de la Sanidad Pública, del empleado público que ha visto como ha bajado sus condiciones económicas por Real Decreto, entre otros, la situación vaya a ser muy diferente gobiernen unos u otros.

Y es que parece más que evidente que los intereses de esa «clase política» no están alineados con los de los ciudadanos a los que representan. Sus inercias, motivaciones, formas de entender la realidad cotidiana y problemas son diametralmente opuestas y ahí surge la respuesta a la pregunta que me hacía al principio. Sin duda el resultado electoral es de suma importancia, pero no para la ciudadanía (en general de nuevo) sino más bien para la clase política que sabe que de este dependerá su posición, status, capacidad de influencia, cuota de poder, etc de los próximos cuatro años. De nuevo el interés general brilla por su ausencia, aunque esté en boca de todos ellos una y otra vez.

Para ello no se duda en absoluto en utilizar todos los medios disponibles y que estén al alcance en ese momento. Desde luego la mentira y la falsedad es uno de los instrumentos estrella. Resulta autenticamente patético como los partidos políticos utilizan a su conveniencia y de una forma torticera argumentos en uno u otro sentido. Así mientras en algunos candidatos se destaca su juventud y ganas hablando de renovación y demás soflamas en otros (del mismo partido naturalmente) con una trayectoria, digamos larguita, en política se ensalza su compromiso, formación y experiencia. Es el colmo de la desfachatez, de la miseria intelectual, de la política estética, la de la imagen y el cero discurso, pura apariencia.

Prometer una cosa y hacer otra, algo que la ciudadanía ya está bastante acostumbrada y muy harta en general. Sin duda esta es la principal fuente de la desafección a la política que tenemos en nuestro país. Ver como los políticos durante estos días de campaña son capaces de prometer el cielo, y de contruir una realidad paralela que en nada o en poco se parece a la que nos rodea, como si de un juego de ordenador se tratase en el que cada uno elige cómo va a ser su personaje (alto/bajo, rubio/moreno, hombre/mujer, universitario/sin estudios…) sin ningún tipo de pudor da autenticamente vergüenza ajena.

Y es que, sin entrar en cuestiones filosóficas acerca del funcionamiento de nuestra sociedad, lo que está claro es que el resultado electoral tiene una gran importancia, pero lamentablemente no para quien debería tenerlo, la ciudadanía.

Mucho ruido y pocas nueces diciembre 25, 2010

Posted by Iván in Actualidad política.
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Conforme se acerca la cita con las urnas, cada partido político incrementa sus esfuerzos por mostrar a sus potenciales electores cuan útil es depositarle su confianza frente a hacer lo propio en cualquiera de las otras opciones que entran en liza en la contienda electoral. Los argumentos lanzados para ello son de lo más variopinto. Así, en el debate político aparecen de manera cíclica proclamas que van desde el clásico “que viene elcoco” de partidos como el PSOE o el PP sobre sus eternos rivales, hasta la pretendida virtualidad de llevar a cabo políticas diferenciadas y más próximas para la ciudadanía de los partidos minoritarios como CHA o IU. Sin embargo conviene hacer un análisis mucho más profundo y ver cuanto de cierto hay en estas afirmaciones para no dejarse llevar por palabras vacías, brindis al sol e intentos propagandísticos de convencer sin mucho poso real detrás. Un ejemplo bastante clarificador ha sido el proceso de aprobación del Presupuesto para 2011 del Ayuntamiento de Zaragoza.

Tras varias semanas de idas y venidas del Vicealcalde a los despachos de los grupos de la oposición, y una vez roto el acuerdo con CHA por la famosa partida para la Candidatura a los Juegos Olímpicos, el Gobierno decide presentar su proyecto de presupuestos que termina por debatirse en el pleno, gracias a la abstención de IU. Lo sucedido después no puede ser más desolador. Los grupos de “izquierda” de la oposición presentan enmiendas que suponen mover tan irrisorias cantidades como el 0,31% del total en el caso de CHA y del 1,31% en el caso de IU. La conclusión no puede ser más desoladora: a pesar de las airadas declaraciones de sus portavoces, los grupos que representan opciones de izquierda alternativa al Partido Socialista, coinciden con este en más del 98% en el diseño del principal instrumento del que dispone una formación para llevar a cabo su acción política. Finalmente el presupuesto es aprobado con la abstención de CHA, una vez que se han aprobado la totalidad de sus enmiendas,y se recupera el programa Estonoesunsolar, pese a lo cual, IU vota en contra del mismo.

Si la conclusión es desoladora, más aún son las posibles explicaciones a este incomprensible comportamiento. Una primera explicación sería que todo lo sucedido con el presupuesto es un acto más en una gran obra teatral por parte de estas formaciones, cuya única obsesión parece ser lograr cierta repercusión mediática con el objeto de llamar la atención del electorado zaragozano, sin que por ello mermen las posibilidades futuras de conformar una coalición de gobierno con el PSOE a través de un excesivo desgaste del actor principal de la misma, desgaste que podría tirar al traste las posibilidades reales de poder llevarla a cabo. Otra explicación, si cabe aún más desoladora, es que el pretendido proyecto político diferenciado respecto al PSOE de estas formaciones no es tal, y por tanto los electores de izquierda con mayor grado de descontento con la gestión del Alcalde Belloch no tienen alternativa real alguna que permita, al menos, corregirla.

En cualquier caso, no corren buenos tiempos para los votantes de izquierda que de esta forma se han quedado totalmente huérfanos en cuanto a fuerzas políticas a las que votar en las próximas elecciones. Y es que las alternativas son o votar al PSOE directamente, o hacerlo vía indirecta a través de dos partidos más interesados en formar parte de los gobiernos que de cambiar algo la sociedad. Y lo que si parece claro es que la ciudadanía va a apostar claramente por cambiar las cosas, y eso tendrá sus consecuencias en la matemática institucional. De ello no me cabe ninguna duda.

Hasta siempre José Antonio Labordeta septiembre 20, 2010

Posted by Iván in Actualidad política, Agua, Cultura aragonesa.
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En la madrugada entre el sábado y el domingo nos dejaba un amigo que siempre estará con nosotros. Tras un día emotivo de ojos vidriosos, desazón y abatimiento, toca mirar hacia delante, a la vez que reconocer la extraordinaria trayectoria de un personaje ejemplar y muy querido en una tierra como Aragón, tan caracterizada por tratar en la mayoría de las ocasiones con desprecio e indiferencia a los grandes hombres y mujeres que han jalonado nuestra historia colectiva. Las continúas muestras de dolor y reconocimiento que estos días estamos viviendo, como las kilométricas colas para darle un último adios en la capilla ardiente instalada en el Palacio de La Aljafería, Sede de Las Cortes de Aragón, donde fue diputado hace unos años, dan fe del gran cariño que se le profesaba a este gran hombre.

Dicen que nadie es imprescindible, algo con lo que estoy bastante de acuerdo. Sin embargo José Antonio Labordeta es una de esas personas que sin ser imprescindibles sí son insustituibles. La marcha de José Antonio nos ha dejado un hueco enorme a muchos aragoneses dificilmente de llenar. En estas horas donde el consuelo es tan dificil de encontrar prefiero acordarme del gran legado que nos deja en forma de lucha por la libertad, la dignidad de Aragón después y finalmente contra la enfermedad en sus últimos años. Sin duda, aunque su marcha es una herida dificil de cerrar, su aportación para construir una sociedad mejor para todos es tan grande que debe hacernos superar estos tristes momentos.

Hace un par de semanas de manera casual mientras salía del trabajo ví por última vez a Labordeta. Acompañado por dos de sus hijas, quienes empujaban la silla de ruedas en la que iba, sonreía disfrutando de un agradable paseo en una cálida mañana de Septiembre tipicamente zaragozana. En aquel momento decidí no molestar un momento tan entrañable a la vez que me emocionaba del tesón con el que José Antonio afrontaba totalmente consciente de que, tal vez fueran sus últimos días con nosotros, ante lo avanzado de su grave enfermedad.

Y es precisamente como quiero recordar a este gran hombre. Como un incansable luchador pero siempre con una sonrisa y buen humor. Una persona de gran nobleza y corazón, que siempre será para muchos de nosotros un faro que nos iluminará en las tinieblas y que nos servirá de autentico referente para construir una sociedad mejor, más justa y más digna.

Por todo ello, y con la emoción que en estos momentos me embarga y tras haberle dado el último adiós, solo me queda decir…

HASTA SIEMPRE LABORDETA!!!!

Descubierta una nueva enfermedad, la ESQUIZOFRENIA POLÍTICA junio 15, 2010

Posted by Iván in Actualidad política.
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Hoy presento mi candidatura al Premio Nobel en Fisiología o Medicina por haber descubierto este fin de semana un nuevo transtorno mental, la ESQUIZOFRENIA POLÍTICA. Si lo logro, tendré el honor de que mi nombre aparezca junto al de un ilustre aragonés como Santiago Ramón y Cajal, nuestro único Nobel en todas las disciplinas hasta la fecha.

El transtorno se manifiesta fundamentalmente en personas de mediana edad y que hayan desempeñado importantes responsabilidades políticas (bien de representación o de gestión), de ahí el calificativo de política de esta variante de esquizofrenia, y que tras vivir algún acontecimiento de carácter traumático derivan en esta enfermedad.

El transtorno se aprecia a través de declaraciones fuera de lugar y contexto, de tipo obsesivo y que carecen del más mínimo análisis y raciocinio. La manifestación del transtorno se hace especialmente visible en momentos de máximo estres como la elaboración de listas y en las que se evidencia el paso a un segundo (en el mejor de los casos, si no es en un último) plano de la persona afectada, despojada tras el shock de toda legitimidad y poder real de influencia.

El transtorno puede considerarse especialmente grave si en las declaraciones realizadas por el sujeto se mencionan puestos de honor reservados para personas que, no habiendo ejercicido las responsabilidades que este llevó o lleva a cabo, muestran un compromiso y un trabajo desinteresado y constante, digno de elogio. La gravedad es si cabe mayor si a las personas a las que se refiere cuentan con un respaldo importante y superior al que el sujeto obtuvo en sus mejores resultados electorales.

La enfermedad es debida a la pérdida repentina de poder de control sobre colectivos más o menos amplios y de autoridad moral para el liderazgo de estos. A ello se le suma haber sufrido cierto proceso de esquinamiento de la persona en cuestión por parte de un tercero o terceros y no querer reconocer de manera subconsciente este hecho, prefiriendo echar la culpa de ello a conspiraciones judeo-masónicas, alineamiento de astros u otros hechos inverosímiles.

Para su cura se recomienda llevar a cabo una dimisión a tiempo (preferiblemente tras el acontecimiento traumático desencadenante del transtorno, aunque nunca es tarde), un ejercicio de autocrítica real y bajar a la tierra desde el cielo de la Alta política. En caso de que el sujeto no sea capaz por si solo ni con ayuda externa de realizar este ejercicio de humildad, y ante la ausencia de autoridad moral para dar lecciones a nadie y la empanada mental que el sujeto tiene, la cual le impide ver la foto de la realidad de una manera nítida, recomendamos aplicar las enseñanzas de Abraham Lincoln cuando dijo “Más vale permanecer callado y que sospechen tu necedad, que hablar y quitarles toda duda de ello.