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Otra forma de hacer política SÍ es POSIBLE octubre 31, 2011

Posted by Iván in Actualidad política.
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Llevaba tiempo sin escribir por este medio, un tanto en desuso por parte de todos tras la irrupción de otros medios como Facebook, Twitter y otras redes sociales mucho más ágiles y de carácter instantáneo que las webs tradicionales, pero también con sus limitaciones, siendo la del espacio la principal de ellas.

La inclusión dentro de mi página del blog de un buen amigo que de manera desinteresada se dedica a recopilar las «Happy Hours» de los Bares zaragozanos, me da pie para retomar el blog y hacer una reflexión fruto de un periodo de mayor tranquilidad en lo personal y profesional, esperemos que tenga continuidad y pueda sacar el tiempo necesario para mantener este blog minimamente actualizado.

Y fue precisamente el aludido amigo, quien a estas horas estará de camino a Londres para disfrutar de unos días en la capital de la pérfida Albión con tourné futbolística incluida, quien me dio pie a la entrada que ahora comparto con vosotros. Habiendo leído mi última entrada en el blog me hizo la pregunta del millón, ¿y ahora que? ¿A quien vas a votar? ¿A quien votamos?

Sin duda el abandono de un proyecto político en el que has participado activamente durante 10 años te provoca una sensación de vacío y cierta desorientación. Si además tu implicación ha sido importante, dedicando incontables horas de tu tiempo libre, sacrificando mucho por un proyecto en el que creías, pero sobre todo por otra forma de hacer política, se genera un estado de cierta necesidad de búsqueda de algo que llene ese vacío, de algún proyecto en el que implicarse y que merezca la pena el esfuerzo. Hay que tener en cuenta además que el sentimiento de decepción es muy grande, la sensación de haber estado perdiendo el tiempo también, por lo que hay que hilar muy fino con la decisión a tomar.

Y es que en política hay mucho de «más de lo mismo», tanto en la izquierda tradicional como en las supuestas alternativas izquierdas, en partidos grandes, pequeños e incluso en algunos que son meros proyectos, muchos de ellos de carácter casi unipersonal. Las viejas formas de política se defienden incluso por quienes las han sufrido en sus carnes como algo inevitable y hasta necesario para lograr el éxito electoral.

Pero si algo nos ha enseñado el Movimiento 15-M, el que sin duda será su gran legado para el futuro, es que existe un clamor por parte de la verdadera izquierda social, la que ha estado a pie de calle reinvindicando su participación en los asuntos políticos, por acabar con los privilegios de una clase política totalmente alejada de los problemas de sus electores, por la aplicación de soluciones de carácter solidario en la resolución de la crisis, en definitiva, por hacer un política diferente, eso si, con la participación real de todos.

Y es precisamente en eso en lo que he centrado mi atención estos meses, en la búsqueda de espacios colectivos donde la participación y la democracia interna tuvieran un papel central, no sólo en el discurso sino fundamentalmente en la acción.  Un lugar donde el militante, el integrante anónimo del colectivo, tuviese voz, y que esta contase en la toma de decisiones de la organización.  He antepuesto esta búsqueda de lo que podría considerarse el mínimo necesario para participar en una aventura colectiva, incluso a cuestiones propias de carácter ideológico o identitario, en el convencimiento de que sólo lo segundo tiene sentido si es posible lograr un debate real y sincero con un sistema de toma de decisiones no adulterado y controlado por parte de élites dirigentes establecidas.

La búsqueda ha dado su frutos y finalmente he tomado la determinación de involucrarme en un nuevo proyecto llamado EQUO. Un proyecto de carácter ecosocialista, federalista y que apuesta por un cambio profundo en la forma de participar de la ciudadanía en la acción pública y en una reforma muy importante de nuestro sistema democrático. Y ello se hace, tal y como pude vislumbrar en la pasada Asamblea Constituyente de este partido que se celebró en la localidad de Rivas-Vaciamadrid en Madrid, predicando con el ejemplo, con un proceso abierto en el que todo el mundo pueda opinar, donde además la opinión de todos es importante.

Sin duda no es un proyecto perfecto, como ninguno lo es. Habrá cosas en las que no estaré de acuerdo, me consta que así será y que así es ya hoy en día. Pero por encima de eso el proyecto Equo tiene una serie de virtualidades que hacen necesario que esta iniciativa tenga éxito. Equo demuestra que la democracia participativa, la horizontalidad, la participación y la decisión por parte de todos es posible, no sólo en colectivos pequeños sino también en grandes estructuras. Que elegir candidatos y listas electorales se puede hacer de manera transparente y totalmente democrática, a través del sistema de elecciones primarias abiertas, que se puede elaborar un programa electoral de forma participativa no sólo presencial sino también a través de una comunidad virtual, que todavía hay márgen para la utopía, la ilusión y el cambio en una actividad política tan cuestionada en nuestros tiempos.

Por ello mi apuesta, mi apoyo y todo el tiempo que pueda dedicar, lamentablemente no todo el que me gustaría, irá para empujar a aquellas personas que han dado su cara por una forma nueva y diferente de hacer política, desde la ilusión y la modestia, pero con todo el derecho del mundo de poderse presentar a la sociedad con un proyecto diferenciado, independiente, sin tutela alguna, siempre con la cabeza bien alta, desde los principios de participación horizontal y democrática.

Y para ello empezamos con una fiesta hoy mismo día 31 de Octubre, en el BAR LA TERRAZA en C/ San Antonio María Claret 20 a las 21:30 hrs donde se presentará el proyecto a todos los aragoneses.

OS ESPERAMOS! EQUO VA!

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